El legado de Cacuango va más allá de los discursos
Al final Dolores Cacuango se sacó la máscara y en el Museo Waka, en Saraguro, apareció la cara de la mujer que interpretó su voz en la radionovela: Patricia Gutiérrez. Todavía vibrando en el papel de la líder indígena, cuenta frente al público que hoy no fue un show, sino una convivencia maravillosa con las mamas y los jóvenes del pueblo. En Saraguro viven mayormente comunidades indígenas.
El lanzamiento de la radionovela Dolores Cacuango, La Pachamama habló por su voz atrajo tanta gente, que el Museo Waka con su techo de bambú se convirtió en un lugar acogedor, un ambiente mágico. En el que parecía que la fundadora de la Federación Ecuatoriana de Indios habló por la voz de la bailarina Patricia Gutiérrez: “Los pensamientos de Dolores Cacuango no se tienen que quedar solo escritos en los libros, sino que tienen que ser realizados cada día en nuestras familias y en la lucha solidaria de las comunidades y de los pueblos”.
La producción de la radionovela misma fue un reto mayor, comentó el director de Radialistas Apasionadas y Apasionados, José Ignacio López Vigil. Él recordó que antes de grabar el último capítulo actores y actrices se quebraron; algunos se pusieron a llorar. “Porque la vida de Dolores era emocionante”, dijo José Ignacio y agregó: “Es la vida de una mujer inmensa y ella está mucho más allá de muchos patriotas que hemos estudiado en la escuela”.
Para Raquel Rodas Morales, quien escribió varios libros sobre la líder indígena, Dolores Cacuango es unas de las personas más importantes de la historia Ecuatoriana. En ese sentido, Floresmilo Simbaña de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador agradeció el trabajo de la historiadora, destacando que al revisar la historia se notó que el movimiento indígena y las izquierdas del país no crecieron aisladamente. “Fue una relación cercana con colaboraciones políticas”, recalcó.
Contrario a la época de Dolores Cacuango, hoy en día las niñas y niños reciben educación, pero muchas veces sin considerar las culturas de Abya Yala. “Nuestros hijos están preparados para ser empleados públicos, peones u obreros”, destacó Gabriela Albuja, quien ha trabajado en educación intercultural. “No los estamos preparando para ser líderes ni para tener una vida de principios sólidos como los tenía Dolores”, enfatizó, incentivada por la presentación de la radionovela.
Por último, Gabriela Albuja, líder del colectivo Chaskiwarmikuna invitó a soñar juntos y a definir cómo recrear la vida en las comunidades con estas palabras: “Retomemos la lengua quichua y una educación que signifique ser runa de verdad”.
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