Por mucho tiempo, la relación entre Venezuela y Rusia ha sido históricamente de lejanía, escaso intercambio comercial y cooperación bilateral y en general poca relevancia política y geopolítica. Sin embargo, esto comienza a cambiar en el siglo XXI, con la emergencia del Gobierno de Hugo Chávez y la llamada ‘Revolución Bolivariana’.
La Rusia de Putin y la Venezuela bolivariana van a configurar una alianza de importancia para los intereses nacionales de ambos países, influyendo en un grado u otro en las dinámicas socio-políticas y económicas de la nación caribeña, mientras expresaba los reacomodos geopolíticos que en América Latina se desarrollan en este siglo XXI, en las que destaca el desplazamiento de los Estados Unidos de mercados y esferas de poder.
El presente informe aborda críticamente el devenir de la relación ruso-venezolana en el período bolivariano, ofreciendo un balance que en su conjunto revela la trascendencia de la compra de armas rusas por parte del Gobierno bolivariano, la relevancia del sector de hidrocarburos en la penetración rusa; la muy desigual balanza comercial entre los países (desfavorable a Venezuela); el significado de una articulación geopolítica conflictiva en América Latina; y el especial rol de Rusia como uno de los salvavidas para el Gobierno de Maduro.
Por último, se resalta también la intensificación del rol del país euroasiático en Venezuela en el período de crisis presente, determinado por el colapso económico y las sanciones estadounidenses, otorgándole un rol fundamentalmente petrolero a la relación bilateral, y evidenciando un determinado apoyo de la Federación de Rusia al Gobierno de Nicolás Maduro, incluso más fervoroso que el brindado por China o Cuba.